"Fischer ganó el título mundial porque fue un artista en el cálculo de variantes. Creo que no ha sido muy profundo en el conocimiento del juego posicional, pero su estilo de juego y su carácter le dieron una gran popularidad, que ha rebasado al particular mundo del ajedrez".
Fuente: Revista "Ocho x Ocho", número 128 (1992), página 7.

"La creación de Fischer no sorprendió mis ideas estratégicas. Eran conocidas de cualquier ajedrecista versado en las viejas partidas (también antes de Fischer). Pero el ingenio táctico del gran maestro americano, su energía en la realización del plan establecido, su tendencia a mostrar actividad a la primera oportunidad, sí me impresionaron".
Fuente: Mijail Botvinnik, Partidas Selectas (3). Ediciones Eseuve, Madrid 1992. Página 19.

"La tragedia de Fischer probablemente haya sido que luchaba no sólo contra sus oponentes en el tablero sino también con sus impresiones irreales del
mundo exterior. Cuando concluyó el match de Reykjavik, el talento ajedrecístico de Fischer era enorme. Ya en sus años jóvenes podía predecirse que se convertiría en campeón del mundo... Jugó muchas partidas brillantes. Lo que es típico de estas es que primero hay una interesante lucha, pero tan
pronto como surge una oportunidad, Fischer lanza una ofensiva relámpago. Esto lo hace comparable con Morphy: así era como éste actuaba en posiciones abiertas, y también es como actúa Fischer en posiciones semiabiertas".
Fuente: Gary Kasparov, Mis Geniales Predecesores, volumen 4. Ediciones Merán 2006, página 497.